La última aparición del Duque Blanco

Por Samuel Fuentes / @sin__titulo.jpg
Periodista.

Hace cinco años ocurrió lo que nadie imaginó: David Bowie aparecía por última vez en público. Fue durante el debut de su musical, Lazarus. Algo flaco y evidentemente afectado por un cáncer, el músico llegó vistiendo de negro a la presentación en la ciudad de Nueva York.

Dos años antes de esa fecha, Bowie ya sabía que la condición de su cáncer era final, a pesar de las esperanzas –de la familia y de los fanáticos– de que hubiese entrado a remisión.

La decisión más fuerte debe haber sido la de suspender su tratamiento contra esa enfermedad, decisión que tomó en medio de la grabación del video de «Lazarus», single de lo que sería su próximo –y último– disco. Algunos medios indicaban que aquel era el periodo en donde supo que sólo le quedaban meses de vida.

Esta producción, titulada Blackstar (o también ★), fue el número 25 en la carrera del inglés. Fue grabado en secreto en algunos estudios de Nueva York, todo en compañía de su co-productor histórico Tony Visconti.

¿Era Blackstar una despedida orquestada tiempo antes de decidir terminar con su tratamiento? Muchos fans lo sienten así: una larga y experimental carta de Bowie, siguiendo la línea de que fue toda su carrera. Bowie se podía dar el lujo de hacer algo así, extendiendo el límite de lo que la creatividad alcanzaba.

Los reportes incluso indicaban que David Bowie había dejado un plan respecto de lo que quería que hicieran con su música tras su fallecimiento. Este llegó solo días después del lanzamiento de Blackstar. Si es verdad, es probable que nunca lo sepamos.

¿Cuál es el peso de la última aparición de Bowie? Ver a un artista que, a pesar de suspender el tratamiento contra el cáncer, nunca se alejó de la música. Una y otra vez sorprendió, tal cual ocurrió también con ese universo en donde coexisten canciones como “Heroes” con covers a artistas tan diversos como Pink Floyd.

A cinco años de su última aparición en vivo, Bowie se mantiene entre los mejores músicos de la historia. Uno que derribó barreras en lo visual y en lo auditivo, uno que está en cualquier lista de discos imprescindibles. Uno que le ganó a la vida.