A 20 años del lanzamiento de Kid A: Cómo Radiohead cambió las reglas del juego.

Por Samuel Fuentes / @sin__titulo.jpg
Periodista.

Radiohead es de esas bandas que pueden ser camaleónicas. En su catálogo se encuentran canciones con potentes guitarras eléctricas y otras más suaves, de la acústica, esas que incluso pueden ser de fogata. Por el otro lado, hay otras en las que apenas se pueden escuchar instrumentos debido a la preponderancia de elementos electrónicos. Pero entre ambos existe un quiebre.

Esa coyuntura se llama Kid A, cuarto y aclamado disco de los ingleses, el que llegó tras otro disco que marcó una época: OK Computer. Si bien algunos temas seguían presentes en esta nueva grabación, fue el sonido el que dio un giro brusco, pero exitoso.

Con sólo tres años de diferencia con su predecesor, pasó de un melancólico rock a un grupo de canciones que pasaban incluso por el jazz y el uso de un dispositivo de ondas Martenot. Jonny Greenwood, virtuoso guitarrista, pasó de los riffs a explorar otras máquinas, las que se harían presentes en el resto de la creación de Radiohead. Esto coincidió con el interés por la música electrónica que volvió a resurgir dentro de Thom Yorke.

Este no fue un giro fácil para la agrupación: de tres guitarras por canción, pasaron a otras en las que solo había una. Lo mismo con la batería de Phil Selway, pareciendo un espectador en algunas de las creaciones. Esto también los llevó a reinventarse y probar otros instrumentos, los que sumaron capas que se pueden escuchar en las diferentes canciones.

De estas sesiones surgieron décadas de canciones, llegando solo 10 de ellas al corte final, mientras que otras serían parte el siguiente disco, Amnesiac. También hay un nutrido grupo de lados B, también muestras de lo fructífero que fue este giro de Radiohead.

Si bien las guitarras volvieron con su sexto disco, Hail to the Thief, la influencia de este disco siguió presente, no solo permeando a los cinco integrantes, sino a otras agrupaciones que posteriormente intentaron hacer algo similar. No por nada Kid A ha integrado decenas de listas sobre los mejores discos de la historia.