Más que nostalgia: el regreso de la Armada inglesa
Las últimas semanas han sido generosas para los amantes de la música, con lanzamientos de discos y documentales que han dado que hablar. Primero fue Pink Floyd, que capturó la atención de los fans del rock clásico y progresivo con “Live at Pompeii – MCMLXXII”, registro que por primera vez se edita oficialmente en más de 50 años. Luego llegó “More”, el primer disco de Pulp en 24 años, que enfrenta a la “gente común” con los dilemas de la madurez.
Por Felipe Ramos Hajna
@feliperamosh
Pink Floyd: Live at Pompeii – Más allá de las ruinas
A más de medio siglo de su grabación en las ruinas de Pompeya, el mítico registro de Pink Floyd se publica por primera vez en audio oficial. Más que un documento histórico, es el retrato de una banda en pleno proceso de transformación.
En la historia del rock hay registros en vivo que rozan lo mítico —el concierto en el Apollo de James Brown, Jimi Hendrix en Monterrey o, tristemente, los Rolling Stones en Altamont—, pero pocos se comparan con Live at Pompeii de Pink Floyd. Grabado en 1971 para la televisión francesa, el concierto no contó con público, salvo el pequeño equipo de grabación y las ruinas del anfiteatro romano sepultado por el Vesubio en el año 79 d. C.
A más de cinco décadas, el valor de “Live at Pompeii – MCMLXXII” no está solo en la maestría de sus intérpretes o en lo icónico de su repertorio, sino en captar el punto de inflexión en que Pink Floyd dejó de ser una banda experimental deudora de Syd Barrett para transformarse en un fenómeno global, con “The Dark Side of the Moon” a la vuelta de la esquina. Pompeya fue el escenario de ese salto hacia la eternidad.
“Live at Pompeii – MCMLXXII” muestra a una banda en pleno dominio de sus habilidades: la guitarra de David Gilmour, la creatividad de Roger Waters, la sutileza de Richard Wright y la precisión de Nick Mason. Es precisamente Mason quien más deslumbra, con su despliegue rítmico en temas como “Echoes”, “A Saucerful of Secrets” y “One of These Days”. No es casual que hoy recupere ese repertorio con su banda Nick Mason’s Saucerful of Secrets.
El cineasta Adrian Maben registró las actuaciones en cuatro jornadas. Además de las mencionadas, el set incluye “Careful with That Axe, Eugene”, mientras que otras piezas, como “Mademoiselle Nobs” (un blues con la participación de un perro llamado Nobs), se grabaron en un estudio parisino.
La edición 2025, “Live at Pompeii – MCMLXXII”, cuenta con remasterización de Steven Wilson y se publica por primera vez en formato oficial de audio (vinilo, CD y Atmos). Por su parte, el Blu-ray permite disfrutar con nitidez del documental —el que se dio en salas de cine Imax a medidos de abril—, incluyendo imágenes de la banda en los campos de lava y en Abbey Road durante la gestación de “The Dark Side of the Moon”.
Un registro esencial.