Pulp: More – La madurez de la “gente común”

 

Pulp: More – La madurez de la “gente común”

Veinticuatro años después, Pulp vuelve con un álbum que suena tan propio como relevante. Letras cargadas de ironía y madurez, melodías irresistibles y la voz de Jarvis Cocker en plena forma: More es un regalo para sus fieles y una puerta abierta para nuevas generaciones.

El tiempo ha sido generoso con Pulp. Como canta Jarvis Cocker en “Spike Island” —su primer sencillo en 24 años—, cuando la banda de Sheffield se disolvió en 2002 su público ya se había reducido, en parte por la oscuridad de “This is Hardcore” (1998) y “We Love Life” (2001), este último producido por el hermético Scott Walker. En ese contexto, su álbum de Grandes Éxitos fue calificado por el propio Cocker como “un pedo silencioso”. A nadie parecía importarle mucho.

Pero el paso del tiempo cambió esa percepción. En la resaca del britpop y del “Cool Britannia”, muchos redescubrieron que solo dos canciones de los 90 fueron verdaderamente políticas: “A Design for Life” de los Manic Street Preachers y “Common People” de Pulp, un himno para los raros, los nerds, aquellos sin espacio entre los seguidores de Oasis.

Con los años, la figura de Cocker como ícono británico ha crecido, mientras que en Chile el culto por los 90 permanece firme. Su show solista en el Teatro Caupolicán fue celebrado con fervor, y la reunión de Pulp en 2011 —y su glorioso regreso en Primavera Fauna— consolidó ese cariño.

Hasta ahora, sin embargo, no había señales claras de nuevo material. Eso cambió con el reciente lanzamiento de More, un álbum que, de haber sucedido a “Different Class” (1995), habría tenido gran repercusión comercial. Sus letras abordan temáticas adultas: lo que ocurre con el deseo con los años, el amor no concretado visto desde la distancia en Tina, relaciones que atraviesan la madurez en “Grown Ups” y reflexiones sobre el sexo en “My Sex”, cuando “nos estamos quedando sin tiempo”.

La voz de Cocker brilla, tanto en el canto como en sus inconfundibles recitados. Como dijo el crítico de The Guardian Alexis Petridis: “Si Jarvis cantase en un disco de Cannibal Corpse, seguiría sonando a Pulp”. El disco transita entre melodías de chanson a la Gainsbourg, toques de electrónica, momentos disco y dos himnos perfectos para corear y bailar: “Spike Island” y “Got to Have Love”. Es decir, todo lo que un fan de Pulp podría desear.

Por Felipe Ramos Hajna

@feliperamosh

 

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